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Limpieza facial, el paso más importante de la rutina de skincare

La limpieza facial no es un paso más de la rutina de belleza; es el cimiento de toda rutina de cuidado de la piel. Gracias a ella, la piel no solo está radiante, limpia y purificada, sino que también va a aprovechar las propiedades de todos los productos aplicados posteriormente (sérum, contorno de ojos, hidratante...) ya que habrán penetrado mejor.

En este post vamos a abordar los beneficios de la limpieza facial y su paso a paso para poder lucir una piel limpia, suave y luminosa.

¿Qué es la limpieza facial y para qué sirve?

La limpieza facial, como su propio nombre indica, es la encargada de limpiar el rostro y eliminar las impurezas, células muertas, restos de maquillaje y sebo acumulados. Tras este paso tan importante y decisivo de la rutina, la barrera cutánea se fortalece y mejora su apariencia y textura. Además, la piel está preparada para absorber el resto de los productos de la rutina.

Es una realidad que la limpieza facial juega un papel fundamental en la salud cutánea, por eso no debemos de saltárnosla ni en la rutina de día, ni en la rutina de noche. De hecho, existe el mito de que si no te maquillas un día, no es necesario realizar la limpieza facial en la noche, pero esto es un auténtico error. En el post Mitos sobre la limpieza facial te desvelamos las mentiras y verdades alrededor de este paso de la rutina facial.

Además, cuidado porque no es lo mismo limpiar que desmaquillar la piel. Al desmaquillar la piel, eliminamos los restos de maquillaje que quedan acumulados en la piel mientras que la limpieza actúa en profundidad, desobstruyendo los poros. Por lo tanto, los días que te maquilles no solo te desmaquilles la cara, límpiala.

Beneficios de la limpieza facial

Realizar la limpieza facial todos los días tiene beneficios a nivel interno y externo para la piel:

  • Favorece la regeneración celular.
  • Mejora la luminosidad y suavidad de la piel.
  • Reduce las imperfecciones (brotes de acné, espinillas, puntos negros...).
  • Facilita la absorción del resto de productos de la rutina.
  • Retrasa la aparición de arrugas.
  • Oxigena y purifica la piel. 

Leyendo esos increíbles beneficios está claro que la limpieza facial es más que un paso de belleza. Es el primer paso hacia una piel saludable. Descubre más beneficios de la limpieza facial en este post.

Errores típicos a la hora de limpiar el rostro

Cometer errores durante la limpieza facial es más común de lo que crees, por eso, te desvelamos cuáles son los errores que dañan la barrera cutánea para que no vuelvas a cometerlos.

 

  • Enjuagar el rostro con agua caliente. Hazlo siempre con agua tibia.
  • No utilizar el limpiador facial adecuado para tu tipo de piel.
  • Lavar el rostro con las manos sucias.
  • Irse a dormir sin desmaquillar el rostro.
  • Frotar excesivamente el rostro. 

 

Estos errores pueden alterar la función barrera, deshidratar la piel, favorecer la aparición de imperfecciones y problemas cutáneos como irritación, descamación y enrojecimiento. Profundiza más sobre estos errores en el post: No cometas estos errores durante la limpieza facial.

 

Limpiador facial, el cosmético clave en la salud de la piel

 

El limpiador facial va a ser el cosmético de la rutina encargado de limpiar y eliminar las impurezas acumuladas en el rostro. Está formulado con activos que atrapan y eliminan la suciedad, partículas de contaminación, restos de maquillaje, impurezas y células muertas.

 

El limpiador facial se usa siempre como primer paso de la rutina para desobstruir los poros y purificar la piel. De esta forma, la piel va a estar preparada para recibir el resto de los cosméticos de la rutina de skincare.

 

Elegir el limpiador facial adecuado es clave para conseguir una limpieza eficaz y no alterar la barrera cutánea. En función del tipo de piel que tengas, seleccionarás un limpiador u otro: agua micelar, gel limpiador, aceite limpiador o doble limpieza facial. Descubre el tuyo en el post: ¿Qué limpiador usar según tu tipo de piel?

 

Agua micelar

 

Nuestra agua micelar atrapa y elimina suavemente la suciedad acumulada en el rostro. Además, contiene hidrolatos que ayudan a calmar y reparar la piel.

 

Se trata del limpiador más fácil y rápido de usar ya que en unos segundos habrás limpiado la piel del rostro con la ayuda de un disco desmaquillante.

agua micelar

 

Aceite limpiador

 

El aceite limpiador es el paso estrella de la rutina de doble limpieza. Este tipo de limpiador facial de base oleosa va a derretir y eliminar la suciedad afín al aceite como es los restos de protector solar, maquillaje y sebo.

 

Nuestro aceite limpiador facial es muy fácil de usar ya que solo necesitas masajear el rostro hasta sentir que el maquillaje y la suciedad “está derretida” y aclarar con agua tibia. Luego, por supuesto, es necesario limpiar con gel limpiador para finalizar la doble limpieza.

aceite limpiador

 

Doble limpieza facial

 

La doble limpieza es una rutina conformada por dos pasos: aceite limpiador y gel limpiador. El primero elimina la suciedad afín al aceite, y el segundo la suciedad de carácter acuoso.

 

La doble limpieza recomendamos realizarla en la rutina de noche para limpiar en profundidad la piel, especialmente si te maquillas o tiendes a segregar mucho sebo.

doble limpieza facial

 

Gel limpiador facial

 

Una tendencia reciente son los limpiadores faciales con prebióticos como es el caso de nuestro gel limpiador formulado con Inulina. La inulina es un prebiótico que calma, equilibra la microbiota y restaura la barrera cutánea pero que la piel esté perfectamente suave y equilibrada.

 

Además, contiene tensioactivos suaves que limpian con delicadeza la piel y desobstruyen los poros para mejorar su textura y apariencia.

gel limpiador facial

 

¿Cómo realizar la limpieza facial? ¡Paso a paso! 

 

La limpieza facial, como ya hemos repetido, es el primer paso de la rutina facial, tanto de la rutina de día como de la rutina de noche.

 

Primero, lava tus manos para eliminar la suciedad que pueda haber acumulada y asi, evitar que este acabe en el estrato córneo. Luego, aplica el limpiador en la palma de las manos y masajea por todo el rostro con movimientos circulares. Recuerda incidir en las zonas más maquilladas o conflictivas como el cuello y el perfil de la cara. Por último, aclara con agua tibia y seca el rostro con una toalla a toquecitos.

 

 

En el caso de la rutina de noche, recomendamos realizar siempre la doble limpieza facial para asegurar un rostro impoluto, especialmente si tienes la piel mixta o te maquillas. En el post Cómo realizar la doble limpieza facial te desglosamos el paso a paso.

 

Y hasta aquí todo sobre el primer paso y más importante de la rutina de belleza. Si tienes alguna duda sobre la limpieza facial, escríbenos por WhatsApp y te ayudaremos encantadas. 

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